martes, 26 de noviembre de 2013

EL ESPEJO DE MI HABITACION

En la recamara había un tocador con un espejo el cual tenia perfumes y cremas etc. era un sabado por la mañana, como a las 11am y no había nadie en la casa, no se por que putas mi primo pasaba tanto tiempo en mi casa, de hecho lo invitaban a comer, estaba en los cumpleaños, nadie lo invitaba hasta donde recuerdo el llegaba solo, pues bien aquella ocasión como no se donde se habian metido todos pues el me comenzó a tocar frente al espejo era extraño, ver mi reflejo como lo tocaban, inmediatamente que se escuchaba cualquier tipo de ruido rápidamente nos levantabamos los pantalones y salíamos a haber quien era, casi siempre eran nuestros nervios que se encontraban al 100, aquella vez no hubo felación, fuimos directo a la penetración, el me coloco inclinado, solo podía ver su enorme pene como se lo sacaba, cuando tomo crema del tocador y se la embarro en la puntita de su pene, entonces tomo su enorme palo y me lo fue metiendo entre mis nalgas, yo solo podía sentir como iba resbalando su enorme miembro y se iba introduciendo en mi, no se si fue la crema o la exitación pero aquella vez casi no dolió, entonces el tomo la camisa por la parte de enfrente y la puso detrás de su nuca entonces dejaba ver su delgado y blanco cuerpo remarcado por sus musculos de su estomago y por aquellos pequeños pezones rosados, mediante el espejo podía ver ver sus movimientos pélvicos uno y otra vez pues el tenia ambas manos en la nuca, por si entraba alguien bajarse inmediatamente la camisa, después de un rato, creo yo, que cuando ya se iba a venir, me dijo que era mi turno, así que yo como era inexperto, hice lo mismo que el había hecho, el se colocó en la misma posición en la cual yo había hecho, pero el no veía a traves del espejo, así que tome crema del recipiente de cristal azul marino y me la unte en la cabeza de mi pene y comenzé a meterlo lentamente, solo podía ver mi reflejo perverso fornicando eso me exitaba aun mas, no recuerdo que hubiese eyaculación pues alguien entro en la puerta en aquel momento y nos levantamos los pantalones en fracción de segundos, entonces el tomo mas crema y se la untaba en sus manos, por si entraban disimular el olor a crema y sexo que abundaba en el ambiente

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