NO ES MI MANO

nos encontrabamos solos en baño de la casa de mi abuela, cuando mi primo comenzó a tocarme lentamente, acariciandome la pierna hasta llegar a mis genitales, cuando llego ahí comenzó a tocarme arriba del pantalón, yo solo miraba como con sus dedos me desabrochaba el botón del pantalón, y luego tomaba el cierre y lo bajaba lentamente, haciendo a un lado mis calzoncillos, me sacaba mi pene y comenzaba a masturbarme con sus dedos delgados y largos, despacio y suave, era la primera vez que sentía una mano extraña a la mía, era una sensación diferente por que yo me tocaba muchas veces, pero es distinto cuando una mano ajena a ti te comienza a masturbar, es una sensación bastante agradable, luego mi comenzaba a jugar con mi pene hasta llegar a mis bolas, acarisiandolas, incluso como apenas me comenzaban a salir mis pequeños vellos púbicos, con sus uñas de sus dedos comenzaban a rascarme, agradablemente, pero como yo no estaba acostumbrado a que alguien mas me tocara, me causaba cosqullas, eso me hacia reir, en ocaciones se molestaba, deciendome en forma seria: ¿de que te ries?, por que sus toqueteos eras extraños y un tanto inseguros, el sielencio se dejaba romper cuando me decía tocame la mía, haz lo mismo que te hago, chaqueteamela, entonces comenzé hacerle lo mismo que el hacia conmigo, desde quitarle el cinturón con una mano, bajarle el cierre hacer a un lado el calzoncillo a agarrar su enorme pene erecto entre mis manos, en aquellos años su pene no era tan grande, recuerdo que tampoco me importaba el tamaño, pero fue creciendo casi tres veces su tamaño, su pene tenia una cabeza pequeña, era largo como de 17 centímetros y en medio tenia ese grosor tan peculiar al resto, curveado ligeramente hacia arriba su pene llegaba cerca del ombligo, acentuado por sus músculos de su estomago, hacia esa sensual musculatura, que a cualquier chica enloquecería, su delgado y blanco cuerpo era remarcado por su negro vello púbico que me atraía hacia su potente y enorme sexo.