sábado, 24 de agosto de 2013

MI NARIZ COMO PENE

Estaban construyendo una casa en el valdio detrás de la casa de mis padres, yo tenia como 16 añitos, y me fue a buscar mi mejor amigo, como eso de las siete de la noche, ya comenzaba a atardecer, el entraba a la casa de mis papas como de confianza, no había problema, salimos y estábamos platicando de tonterias, la verdad no recuerdo como llegamos ahí, pero estabamos dentro en la casa en construcción, nos subimos al segundo piso, pero no sin antes verificar que la casa estubiese sola, solos y nerviosos nos dirigimos al segundo piso, estando ahi el se agacho para jalar un cartón de un electrodoméstico, que se encontraba en el piso, pies era enorme, cuando la acomodaba en el piso para que la usáramos como cama, yo llegue por atrás de el y recargue mi pene en sus gluteos, y comencé a mecerme muy lentamente simulando que lo penetraba, los nervios estaban al cien por que aquella casa no tenia vigilancia, y nos habíamos brincado la puerta, luego el se puso de rodillas frente a mi bajo mi sierre de mi pantalón y comenzó a chuparme la verga, algunas veces me enterraba los dientes y eso no me gustaba, ambos estábamos excitados por el peligro que nos descubrieran teniendo sexo, en un lugar prohibido, entonces el se acostó boca arriba, y me guio para que quedaramos encontrados, ambos haciendo el 69, comenze a chupar su hermoso y güero pene que tenia frente a mi, cuando lo mamaba sentía esa sensación deliciosa de como me chupaban mi pene, era rico estar chupando y que te la chupen, era mi primer 69, era un placer mutuo en ambos, y así estuvimos chupándola por un buen rato, hasta que el se levanto y sus genitales quedaron en mi boca y entonces el comenzó a meterse mi nariz como pene, el fue cuidadoso, pues solo se daba cosquillas en su pequeño año con mi nariz, mientras yo jadeaba por la excitación y me sofocaba por momentos por que no podía respirar, al mismo tiempo que chupaba sus genitales, el se masturbaba al igual que yo, cunado el termino primero que yo haciendo aquel quejido de excitación y descanso tan fuerte que se se escucho en toda la casa, y después de asearnos ambos nos levantamos los pantalones y salimos de aquella casa sin que se dieran cuenta, me gusto mucho aquella vez pero no se los recomiendo por que después de ello todo me olía a culo

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